Miles de maestros y profesores colombianos salieron a las calles de Bogotá y otras ciudades del país para manifestarse en contra del nuevo modelo de atención en salud implementado por el Gobierno. Las fallas en el servicio y la falta de una adecuada red de prestadores han provocado un descontento generalizado en el sector educativo.
La manifestación, liderada por la Asociación Distrital de Trabajadores y Trabajadoras de la Educación (ADE) en Bogotá, se centra en la inconformidad por el nuevo modelo de salud para los educadores, que presenta numerosos problemas en la atención y acceso a servicios médicos. En otras ciudades como Armenia, Pereira, y en los departamentos de Caldas y Cesar, se unieron a la jornada otros grupos sindicales, todos exigiendo mejoras en el sistema de salud.
Willy Carmona, miembro del Comité Ejecutivo de FECODE, señaló que las fallas se deben principalmente a problemas en la contratación de las Instituciones Prestadoras de Salud (IPS). Según Carmona, hay una percepción de direccionamiento en las contrataciones, favoreciendo a ciertas IPS, lo cual afecta la calidad del servicio para los docentes. Durante un debate en el Senado, se discutió ampliamente sobre estas problemáticas y la necesidad de soluciones inmediatas.
Mauricio Marín, presidente de la Fiduprevisora, afirmó que las manifestaciones de interés para la contratación de servicios se han llevado a cabo conforme a la normativa vigente, desmintiendo la falta de contratos reales como un mito que debe ser combatido.
En Bogotá, la protesta se concentró frente a las oficinas de la Fiduprevisora en la calle 72 con carrera 10. La ADE exigió el cese inmediato de las acciones que consideran sabotajes, como la negativa a vincular nuevos prestadores y la falta de respuesta a propuestas radicadas en abril para mejorar la atención en salud. Ante estas quejas, los docentes piden la destitución del presidente de la Fiduprevisora, argumentando que los recursos existen pero no se están gestionando adecuadamente.
La gerente del FOMAG, María Mercedes Petro, respondió a las quejas señalando que la atención de urgencias para los docentes en Bogotá está garantizada a través de una red de hospitales públicos y varias clínicas privadas. Sin embargo, los docentes, como Clemencia Vanegas, siguen denunciando barreras de acceso y falta de claridad en las rutas para recibir atención de alta complejidad.
En Caldas, la protesta también se motivó por el incumplimiento de acuerdos previos entre EDUCAL y la Fiduprevisora, destacando las fallas en la entrega de medicamentos y la atención en la red primaria y complementaria. En Quindío, la Secretaría de Salud cerró temporalmente el dispensario de medicamentos de Farmart debido a incumplimientos de estándares de dotación y almacenamiento inapropiado de medicamentos.
Paralelamente a las protestas, FECODE llevó a cabo una Junta Nacional Extraordinaria para abordar los problemas del modelo de salud del Magisterio y buscar soluciones. Aunque aún no se ha emitido un comunicado oficial con las conclusiones, se espera que FECODE continúe abogando por los derechos de los docentes y buscando mejoras en la atención en salud.
Estas manifestaciones reflejan un profundo descontento y la urgencia de una respuesta efectiva por parte del Gobierno para resolver las problemáticas que afectan a miles de educadores en el país. La situación es seguida de cerca por diversos sectores de la sociedad, conscientes del impacto que tiene la salud de los maestros en el sistema educativo colombiano.
(Foto: AFP)