México marcó un acontecimiento histórico al elegir a Claudia Sheinbaum como su primera presidenta mujer. Con un resonante “No llego sola. Llegamos todas”, Sheinbaum subrayó la importancia de su victoria no solo para ella, sino para todas las mujeres mexicanas.
Sheinbaum, quien prometió continuar con las políticas de bienestar de su antecesor, el presidente López Obrador, se ha comprometido a combatir las altas cifras de violencia de género en el país. Según ONU Mujeres, el 70 % de las mexicanas mayores de 15 años han experimentado violencia al menos una vez en su vida. “México ya no se escribe con M de machismo, se escribe con M de madre y M de mujer”, afirmó Sheinbaum hace un año.
La elección refleja un avance significativo en la representación femenina en México. Actualmente, mujeres presiden tanto el Banco Central como la Suprema Corte, que despenalizó el aborto a nivel federal hace menos de un año. Además, las mujeres son mayoría en el Congreso gracias a una reforma constitucional de hace diez años que garantizó una cuota del 50 % en las candidaturas.
En esta inédita elección, la principal rival de Sheinbaum fue Xóchitl Gálvez, una ingeniera y senadora de centroderecha. La competencia entre dos mujeres para la presidencia es un claro indicativo del progreso en la inclusión de mujeres en la política mexicana. “Como luchadora por las mujeres, en el feminismo 60 años, imagínate, este es el sueño hecho realidad”, declaró la senadora Olga Sánchez Cordero en el cuartel general de Sheinbaum.
Norma Teófilo, una joven vendedora de 20 años, votó por Sheinbaum con la esperanza de ver más derechos y capacitación para las mujeres. “No creo que los machistas cambien porque haya una mujer presidenta, pero sí podríamos tener más derechos y capacitación para defendernos de los machistas, de un hombre golpeador”, comentó. No obstante, el antropólogo Matthew Gutmann advierte que, aunque el símbolo de una mujer presidenta es poderoso, el impacto político no es garantizado.
En su discurso de victoria, Sheinbaum prometió contratar abogadas mujeres en todas las fiscalías y hacer obligatoria la investigación de cada muerte de una mujer como feminicidio. Además, se enfrenta a retos externos, como la posible relación con Donald Trump si este gana las elecciones en Estados Unidos. “Sabemos que Trump tiende a denigrar a las mujeres, así que sospecho que pondrá a prueba a Sheinbaum para ver cuán fuerte es”, señaló un experto.
Claudia Sheinbaum no solo representa un cambio histórico para México, sino también un avance significativo en la lucha por la igualdad de género. Su presidencia promete ser un faro de esperanza para las mujeres en un país que ha luchado durante mucho tiempo contra el machismo y la violencia de género.
(Foto: @ClaudiaSheinbaumPardo/FB)