La Tierra ha sido sacudida por una severa tormenta solar que comenzó este lunes, de acuerdo con la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). Este fenómeno, clasificado como una tormenta geomagnética de nivel cuatro en una escala de cinco, podría provocar la aparición de auroras boreales a latitudes inusualmente bajas.
La tormenta solar, que se desató alrededor de las 15:00 GMT, ha generado alteraciones significativas en el campo magnético terrestre. La NOAA advierte que estas perturbaciones podrían continuar durante varias horas, aunque no se espera que su intensidad aumente. La agencia destaca que la actividad geomagnética podría permitir la visibilidad de auroras en estados como Alabama y el norte de California, áreas que rara vez experimentan este fenómeno.
El origen de la tormenta es una eyección de masa coronal (CME), una explosión de partículas solares que, al alcanzar la Tierra, perturba el campo magnético del planeta. Eric Lagadec, astrofísico del Observatorio de la Costa Azul en Francia, mencionó en la red social X que si la tormenta persiste hasta el anochecer, es posible que se observen auroras en latitudes más bajas de lo habitual.
Además de su impresionante espectáculo visual, las tormentas geomagnéticas pueden tener efectos adversos. Estas alteraciones pueden afectar las comunicaciones de alta frecuencia, interferir con satélites y provocar sobrecargas en las redes eléctricas. La NOAA ha alertado a los operadores de infraestructuras críticas para que implementen medidas preventivas contra estos posibles impactos.
El aumento de eventos de tormentas solares se debe al ciclo de actividad del Sol, que sigue un patrón de 11 años. En mayo, el planeta ya había experimentado tormentas geomagnéticas similares, que provocaron auroras visibles en latitudes mucho más bajas de lo común en Estados Unidos, Europa y Australia.
(Foto: Pixabay)