Un trágico accidente aéreo en el departamento del Vichada ha dejado a la Fuerza Aérea Colombiana de luto tras la pérdida de ocho valientes uniformados. Los miembros de la institución estaban llevando a cabo una misión humanitaria para evacuar a un indígena en estado crítico cuando su helicóptero Huey II se precipitó en una zona rural del municipio de Cumaribo.
El general Luis Carlos Córdoba, comandante de la Fuerza Aérea, expresó su profundo pesar al declarar que “estos cuatro hombres y cuatro mujeres entregaron su vida de manera heroica en el cumplimiento de su deber”. La noticia de la tragedia fue divulgada por el presidente Gustavo Petro, quien confirmó el fallecimiento de los uniformados en la mañana del 29 de septiembre.
Entre las víctimas se encontraban el capitán Julián Perilla Pinto, el subteniente Edgar Durán Villareal, y varias técnicas y técnicos que dedicaron su vida a la atención médica en zonas vulnerables. El grupo, comprometido con la misión de salvar vidas, se perdió en medio de condiciones adversas que complicaron su operación.
A pesar de los esfuerzos conjuntos del Ejército y las comunidades indígenas para localizar la aeronave, el hallazgo del helicóptero accidentado confirmó las peores noticias. El general Córdoba informó que ya se ha activado una comisión investigadora para esclarecer las circunstancias del siniestro.
La Fuerza Aérea ha iniciado un proceso de apoyo a las familias de los caídos y ha agradecido las muestras de condolencia recibidas por la comunidad y las instituciones. “Salvaguardar vidas es nuestra misión diaria, y cada pérdida nos duele profundamente”, concluyó el general, reafirmando el compromiso de la institución con el servicio humanitario.
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