En un día de montaña dramático, Pablo Castrillo (Kern Pharma) emergió como el héroe inesperado al ganar la decimoquinta etapa de la Vuelta a España, disputada entre Infiesto y Valgrande-Pajares Cuitu Negru. Con un tiempo de 3h 45m 51s, Castrillo mostró su fortaleza en un recorrido de 143 kilómetros, cruzando la meta con una velocidad promedio de 38 km/h. Este triunfo le otorga un nuevo hito en su carrera tras su victoria previa en Cabeza de Manzaneda.
La batalla por el maillot rojo se intensificó durante esta etapa crucial. Aunque Ben O’Connor (Decathlon) conservó el liderazgo general, su ventaja se ha visto reducida a solo 43 segundos sobre el segundo lugar, Primoz Roglic. Enric Mas, el tercer clasificado, está a 2 minutos y 23 segundos del australiano. La jornada reveló la competitividad entre los líderes, con Roglic y Mas ganando terreno crucial.
El colombiano Nairo Quintana, que se había convertido en el foco de atención para el ciclismo nacional, tuvo una actuación destacable a pesar de finalizar en la posición 23. Quintana llegó a la meta a 7 minutos y 48 segundos del ganador y se convirtió en el mejor colombiano en la clasificación general, ocupando la posición 30 a 53 minutos y 19 segundos del líder. Su desempeño en la montaña y su rol de apoyo para Enric Mas han sido clave en esta etapa.
Con la segunda jornada de descanso programada para este lunes, los corredores se preparan para la decimosexta etapa, que comenzará el martes entre Luanco y los temidos Lagos de Covadonga. Con una distancia de 181.5 kilómetros, se espera que esta etapa juegue un papel decisivo en la definición de la clasificación general y las aspiraciones de los corredores.