La reciente sesión de la Cámara de Representantes ha traído consigo cambios significativos a la reforma laboral, generando un intenso debate sobre las condiciones de trabajo en el campo. Durante la discusión, se eliminaron artículos esenciales que buscaban mejorar la formalización de los trabajadores rurales, un movimiento que ha generado preocupación entre representantes del sector.
Los artículos 31, 32 y 33, que abordaban aspectos fundamentales como el contrato agropecuario, las condiciones de vinculación y las garantías de vivienda para los trabajadores rurales, fueron desechados en esta ronda de votaciones. María Fernanda Carrascal, representante del Pacto Histórico y ponente del proyecto, expresó su descontento, señalando que estas medidas eran clave para la protección de los derechos de los campesinos.
A pesar de estas eliminaciones, la Cámara sí aprobó artículos que modifican el contrato laboral para aprendices del Sena, lo que incluye la monetización de la cuota de aprendizaje. La Ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, subrayó la importancia de estas reformas para los jóvenes, destacando el avance en los derechos laborales.
Otro de los puntos aprobados fue la ampliación de la licencia de paternidad, que se extenderá a cuatro semanas, aunque no alcanzará las seis inicialmente propuestas. Carrascal también hizo énfasis en los esfuerzos realizados para el reconocimiento y la redistribución de las tareas de cuidado, subrayando el derecho de los padres a disfrutar de un tiempo remunerado para cuidar de sus hijos.
Con un total de 140 nuevas proposiciones sobre la mesa, el debate sigue abierto, y este jueves se discutirá el último bloque de artículos del proyecto. La situación actual refleja la complejidad de lograr un consenso en materia laboral, donde los intereses de distintos sectores deben ser considerados.
Este proceso resalta la necesidad de un diálogo más profundo y un enfoque equilibrado que garantice la protección de todos los trabajadores, especialmente aquellos que dependen de la agricultura. La eliminación de ciertos artículos podría tener un impacto duradero en las condiciones de vida y trabajo del campesinado colombiano.
(Foto: Camara)