Sara Jaramillo Gómez, activista en la lucha contra la trata de personas en Medellín, ha recibido amenazas tras denunciar una presunta explotación sexual en un hotel local. Su denuncia surgió luego de presenciar una situación sospechosa en la recepción del Hotel Topá House, donde observó a tres mujeres, que aparentaban ser menores de edad, acompañadas por un hombre adulto.
La situación se tornó crítica cuando Jaramillo, con evidencia visual y grabaciones, alertó a las autoridades. A pesar de su rápida reacción al llamar al 123 y hacer un llamado a la acción a través de redes sociales, la respuesta de las instituciones ha sido cuestionada. Un día después, las mujeres implicadas no fueron localizadas, y Jaramillo comenzó a recibir mensajes intimidatorios, reflejando el riesgo que enfrentan quienes alzan la voz en defensa de los derechos de los más vulnerables.
La historia de Jaramillo se remonta a la noche del 15 de octubre, cuando al pasar por el Parque Lleras notó a dos mujeres jóvenes aguardando fuera del hotel. Al entrar al establecimiento, vio cómo un hombre conversaba con el recepcionista, generando sospechas sobre la situación. Convencida de que estaba presenciando un intento de explotación, llamó a la Policía y comenzó a grabar el incidente. A pesar de sus esfuerzos, la llegada de las autoridades se hizo esperar, lo que llevó a Jaramillo a abandonar el lugar sin respuestas claras.
La Secretaría de Seguridad de Medellín, al ser consultada, afirmó que la Policía verificó la situación y determinó que las mujeres eran mayores de edad, pero no ofrecieron más detalles sobre la investigación. Este caso pone de relieve las dificultades que enfrentan las denuncias ciudadanas en un contexto donde la burocracia y la falta de acción efectiva pueden poner en riesgo a quienes intentan intervenir.
La reacción de las autoridades, sumada a las amenazas recibidas por Jaramillo, plantea interrogantes sobre la efectividad de las políticas públicas frente a la explotación sexual en la ciudad. Es vital que se implementen mecanismos más robustos que garanticen la protección de las víctimas y de quienes defienden sus derechos.
(Foto: VideoSaraJaramillo)