Las autoridades de Medellín están llevando a cabo una investigación sobre la muerte de una niña de 10 meses, quien fue llevada sin signos vitales a un centro de salud en el sur de la ciudad. El caso ha generado preocupación y desconcierto en la comunidad.
Según informes preliminares, la madre de la pequeña indicó que la niña había tenido complicaciones de salud desde su nacimiento en Estados Unidos. La madre explicó que la bebé mantenía un bajo peso y que, a menudo, vomitaba después de alimentarse. Además, se reveló que estaba siendo tratada por un problema dérmico en Ciudad de México.
El relato de la madre detalla que, el 15 de octubre, la niña presentaba un estado de debilidad, lo que la llevó a buscar atención médica en un centro cercano. Sin embargo, no recibió la atención requerida y fue finalmente trasladada a la Clínica Las Vegas, donde llegó sin vida. Un aspecto alarmante es que, según el informe pericial, la pequeña no había recibido ninguna vacuna, lo cual contraviene las recomendaciones de salud infantil.
Este suceso evoca la reciente muerte de otro menor en Medellín, Luis Miguel Vergara Rodríguez, quien llegó a un centro médico con signos de maltrato. En ese caso, la investigación reveló que el niño había sido víctima de abusos por parte de su padrastro, quien fue arrestado tras las indagaciones. Esta comparación ha llevado a la ciudadanía a cuestionar la seguridad y el bienestar de los niños en la región.
La muerte de la bebé y el contexto de salud que la rodea plantean serias interrogantes sobre la atención médica y la protección de los derechos de los menores. Es crucial que las autoridades actúen con rapidez y rigor para esclarecer las circunstancias de este trágico evento y garantizar que no se repita.