Las intensas precipitaciones que afectan a Colombia desde hace varios días han desencadenado una grave emergencia en diversas regiones del país.
En el Chocó, una de las zonas golpeadas, más de 16.800 familias se encuentran en una situación crítica debido a las inundaciones que han sumergido a 25 de sus 31 municipios. La crisis humanitaria se agrava por la presencia de grupos armados ilegales que dificultan el acceso de la ayuda.
Por su parte, en el Norte de Santander, cientos de familias han perdido sus hogares y un hombre falleció arrastrado por una creciente. Las autoridades locales han reportado afectaciones en vías, cultivos y viviendas, mientras que los equipos de rescate trabajan arduamente para atender a los damnificados.
En Bogotá, la capital del país, las lluvias también han causado estragos, con inundaciones en varias vías y afectaciones a la movilidad. Aunque la situación en la ciudad parece estar bajo control, las autoridades mantienen la alerta ante la posibilidad de nuevas precipitaciones.
El Gobierno nacional, liderado por el presidente Gustavo Petro, ha declarado la emergencia y ha destinado recursos para atender a los afectados. Sin embargo, la magnitud de la crisis requiere de un esfuerzo conjunto de todas las instituciones y de la sociedad civil.